Zahara de los Atunes (Cadiz) un dulce paraíso

Ya han empezado las calurosas y aburridas clases y con ello, se van los sueños veraniegos y el tacto de la arena entre los pies.Dios, como voy ha hechar de monos la espuma del mar y los atardeceres sentada en la arena y con un delicioso libro entre las manos. Pero gracias a dios que me quedan los recuerdos.

Luego estan las maravillosas olas que como te descuides te sorprenderan con un revolcon (tengo experiencia en dar vueltas y más vueltas) y sobre todo cuando te pase no abrás la boca por que yo más de una vez he comido arena y bebido agua salada. Y no tengas pánico, pronto la (cabrona) ola te dejará en paz.
Alucinante, verdad, está le he hecho yo, un día de levante. Una playa virgen (y nudista) que no os diré donde esta (no quiero más gente), me alucino, parece que estas en el caribe. Y esto me recuerda a la canción Put the lime in the coconut para que la oigais antes de que acabe el verano, así el proximo la disfrutas con el coco en una mano, en la otra un abanico y luego desafinas al son del coconut. Aqui más olas... Y rocas...

Aqui esta mi casa de ensueño. Situada entre dos playas y en lo alto de las rocas, este faro, el faro de Camarinal, es escalofriante y nada más subir (por una camino demasiado escarpado) se puede oir el terrible y fantasmal lamento del viento. Da escalofrios. Nadie vive allí pero seguro que en el frío invierno le pasaría lo del El Resplandor. Pero las vistas... Son para verlas todos los días, al atardecer y cuando amanece.