Como comente en la entrada anterior, mi cámara digital no funciona y por eso, dada las circunstancias, tuve que utilizar mi odiada web cam que tiene menos calidad que mi cámara (de veras la hecho de menos).
Así que con Piolín, la ardilla misteriosa (desde mi cama tiene cara de estar observandote sin pestañear) y un perrito con cara tristona (creo que por eso la llamamos Tristan).
Cada año, siempre espero con ansias la llegada de la Noche de los Libros aunque este año no se oyó mucha publicidad para esa noche, tuve la suerte de enterarme por unos carteles en los kioscos. Aunque no hubo mucha gente por Madrid esa noche por el gran partido del Real Madrid vs. el Barça...
Aqui, mi a punto de terminar lectura llamada Predestinados de Josephine Angelini y en ingles: I am number de Pittacus Lore. El segundo me lo compre un día antes de la noche de los libros y el I am number four, lo consegui en FNAC con un 10% de descuento.
Aquí traigo en primer lugar a Rastro (segundo de Temblor) de Maggie Stiefvater (todos mi amigos se ríen del final de su apellido). También está Delirium de Lauren Oliver del que yo me moría por conseguir, y la noche de los libros solo fue la excusa perfecta para hacerme con el.
A ver, si consigo más libros apetitosos con los que llenar aún más mi repleta estantería (o debería decir, estanterías). Hasta el próximo (cercano, espero) In My Mailbox.
Así que con Piolín, la ardilla misteriosa (desde mi cama tiene cara de estar observandote sin pestañear) y un perrito con cara tristona (creo que por eso la llamamos Tristan).
Cada año, siempre espero con ansias la llegada de la Noche de los Libros aunque este año no se oyó mucha publicidad para esa noche, tuve la suerte de enterarme por unos carteles en los kioscos. Aunque no hubo mucha gente por Madrid esa noche por el gran partido del Real Madrid vs. el Barça...
Aquí traigo en primer lugar a Rastro (segundo de Temblor) de Maggie Stiefvater (todos mi amigos se ríen del final de su apellido). También está Delirium de Lauren Oliver del que yo me moría por conseguir, y la noche de los libros solo fue la excusa perfecta para hacerme con el.
A ver, si consigo más libros apetitosos con los que llenar aún más mi repleta estantería (o debería decir, estanterías). Hasta el próximo (cercano, espero) In My Mailbox.
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